¿Por qué es tan importante rezar el Rosario?

El Rosario es una oración misteriosa por su sencillez, pero también por su profundidad. Ha sido rezado y amado por los fieles católicos desde principios del segundo milenio. Es una oración que hasta los niños pueden decir y que nos lleva a lo más profundo de la vida cristiana. Es amada tanto por las almas más sencillas como por los más grandes místicos de la Iglesia.

La misma Virgen, particularmente en su aparición en Fátima, pero también en otras apariciones, nos rogó que rezáramos el Rosario todos los días. Dijo que era esencial para traer la paz a nuestras familias y a nuestro mundo, y nos pidió que lo rezáramos para poner fin a la guerra.

Quienes rezan el Rosario regularmente, encuentran en él una atracción misteriosa y un poder extraordinario. Muchos ven que sus vidas cambian debido a la fuerza de esta oración. Se sienten atraídos a una conversión más profunda, experimentan más paz y crece su deseo de santidad. Su sencillez radica en la repetición de oraciones memorizadas que nos ayudan a adentrarnos en los misterios de la vida de Jesús y María. Algunos agregan versículos de las Escrituras e incluso pausas de silencio para ayudar a meditar en los misterios.

A los católicos se les acusa a veces de violar el mandamiento de Jesús al rezar el Rosario, citando este versículo: «Y, al orar, no hablen mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados» (Mt 6,7). Es posible rezar el Rosario de esta manera equivocada, tratándolo como una fórmula mágica que surte efecto al pronunciar palabras sin sentido. Pero no es así como debe rezarse.

La repetición del avemaría, por el contrario, a menudo se compara con las palabras de amor de un niño que no se cansa de repetirlas. Como decía san Juan Pablo II en su Carta apostólica sobre el Rosario, escrita en 2002: «Si consideramos superficialmente esta repetición, se podría pensar que el Rosario es una práctica árida y aburrida. En cambio, se puede hacer otra consideración sobre el Rosario, si se toma como expresión del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que, incluso parecidas en su expresión, son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira» (Rosarium Virginis Mariae, 26).

Si se reza de esta manera, repetir las oraciones del Rosario realmente ayuda a nuestra psicología y puede facilitar la calma y la concentración a medida que nos adentramos más en el amor. El papa Francisco a menudo comenta que reza el Rosario todos los días.

Mons. Andrew Cozzens, 30 de septiembre de 2021. Mons. Cozzens, nacido en 1968, es obispo auxiliar de la arquidiócesis de Saint-Paul y Minneapolis (Estados-Unidos) desde 2013.

Adaptado de: https://thecatholicspirit.com/only-jesus/why-praying-the-rosary-matters/