San Lucas no es solo el autor del evangelio según san Lucas y del libro de los Hechos de los Apóstoles: las iglesias orientales lo consideran el primer "iconógrafo" del primer icono de la Virgen María. (…)
Este es el mismo Lucas que también fue compañero y escriba de Pablo en sus viajes por el Mediterráneo para predicar el Evangelio. De camino a su proceso en Roma, en el año 60 d. C., Pablo naufragó frente a la costa noroeste de Malta y pasó allí los meses de invierno en los que no se podía navegar. Mientras estuvo allí, convirtió al gobernador de la isla, Publio (primer obispo y primer santo de Malta), curó enfermos y ganó almas para Cristo, estableciendo así las raíces mismas del cristianismo maltés. Lucas relata este episodio utilizando la primera persona del plural, "nosotros", en Hechos 28:
Una vez a salvo, reconocimos entonces que la isla se llamaba Malta. Los nativos nos mostraron una humanidad poco común (…). Los otros enfermos de la isla acudían y eran curados. Tuvieron para con nosotros toda suerte de consideraciones y a nuestra partida nos proveyeron de lo necesario.
Desde entonces, y todavía hoy, los malteses se encuentran entre los católicos más fervientes del mundo. Cuentan con una rica tradición cristiana —ininterrumpida— ¡de dos milenios! (…) De hecho, el archipiélago cuenta casi con suficientes capillas e iglesias para asistir a Misa en una iglesia distinta cada día del año: ¡359 en total! (…)
La mayoría de estas iglesias están dedicadas a la Virgen María y se sabe que algunas de ellas han sido, a lo largo de los siglos, lugares donde las personas reciben innumerables gracias y milagros. Los numerosos exvotos que cubren uno de los muros del santuario de Nuestra Señora de Mellieha por las peticiones concedidas, así lo confirman y los peregrinos siguen acudiendo en masa para pedir a la Virgen una gracia especial o agradecerle las ya recibidas.