Mi padre, el doctor Armand Saury (1914-2010), fue médico bombero, formador del MNS y socorrista en Biarritz (suroeste de Francia) durante mucho tiempo. Cuando un nadador con problemas, un "ahogado", fue traído del mar abierto, los bomberos lo llamaron y comenzó el tratamiento en su ambulancia hasta llegar a una clínica local especializada en enfermedades pulmonares.
Una de las joyas turísticas de Biarritz es su roca de la Virgen, la cual, antes de convertirse en atracción turística, fue dotada con una estatua de María en su parte superior, gracias a la devoción de los marineros locales a su patrona.
Así pues, en los años sesenta, mi padre fue llamado por los bomberos, fuera de la temporada de vacaciones, para atender a un hombre encontrado justo en donde el mar comienza a hacerse profundo, un lugar bastante lejos de la playa del Puerto Viejo que colinda con esta peña. Fue la curiosa actitud de un gran perro, que ladraba inquieto, lo que llamó la atención de los que iban hacia el mar abierto donde habían visto a un nadador en dificultad. Los lugareños, conocedores del mar, comprendieron de inmediato que, dado el estado de este, el nadador no podría regresar solo.
Los bomberos comenzaron el masaje cardiaco y la respiración boca a boca en la playa y después mi padre hizo su parte en la ambulancia. Si mal no recuerdo, mi padre nos contó que insistieron durante más de una hora porque el hombre parecía hacer deporte y estar en forma: “A pesar de todo, puede salir adelante. Tiene que empezar a respirar de nuevo ", se dijeron. Y empezó a respirar.
El hombre sobrevivió. Era alemán y regresaba a Biarritz todos los años con su perro, en agradecimiento a sus rescatadores. No dejó de venir a visitar a mi padre, por supuesto. Le contó que, al no poder regresar a la playa y sentir que sus fuerzas disminuían, su última mirada la había dirigido hacia la estatua de la Virgen a la que había dirigido esta asombrosa súplica: "No creo en tu poder (él era luterano); pero, si eres la que dicen, sálvame”.
Jacques: Testimonio enviado a la Asociación Marie de Nazareth en mayo, 2021