Tras la muerte de Luis María Grignion de Montfort1 (1673-1716), autor del Tratado de la verdadera devoción a María, la doctrina de su precioso manuscrito fue predicada con mucha fidelidad, durante casi un siglo, por sus sucesores —el heroico ejército de Vandea— hasta la Revolución impía y sanguinaria a la cual se opuso.
Pero, si la doctrina se había mantenido, el apóstol había sido perseguido hasta la tumba por los odios y burlas del jansenismo y del filosofismo; y su escrito sobre la devoción a la Santísima Virgen había quedado a la sombra de una modesta biblioteca en Saint-Laurent-sur-Sèvre (Vandea), sin poder llegar al gran día de su publicación. (…)
Sea como fuere, en 1842, una vez que el "siglo de María" había sido vislumbrado varias veces por Montfort y se acercaba la gloriosa fecha del 8 de diciembre de 1854, cuando se iba a definir dogmáticamente su Inmaculada Concepción (...), un misionero de Saint-Laurent hojeaba el manuscrito de Grignion de Montfort, durante mucho tiempo “envuelto en el silencio de un cofre”. Estaba preparando un sermón y, de pronto, lo reconoció y lo mostró a su superior y a varios testigos, como la obra autógrafa del venerable fundador de la Compañía de María. Entonces, la corte episcopal de Lugon, en el oeste de Francia, lo aprobó inmediatamente como tal y lo remitió a Roma el mismo año. Roma, en su decreto de 1853, lo retuvo como absolutamente auténtico.
Tan pronto como se encontró, un piadoso director del seminario mayor de Lugon, M. Auguste Grillard, más tarde misionero de Saint-Laurent y uno de los que participaron en el proceso de beatificación, publicó este interesante manuscrito, con la aprobación del obispo de Luçon, con fecha de 18 de diciembre de 1842.
1 San Luis María Grignion de Montfort es un sacerdote francés originario de Vandea, al oeste de Francia.
Canónigo Jules Didiot, facultad de Teología de Lille, 2 de febrero de 1891.