Significado etimológico: María es la contracción de dos palabras hebreas, “Mar”, que significa gran señora, y “Yam”, que significa océano. María: la señora de los océanos.
María, Maryam, es, por tanto, la señora de los océanos, de las grandes aguas primitivas: Dios en Ella crea algo nuevo.
Así, en la Anunciación, el ángel Gabriel la saluda con el nombre de Maryam, reconociendo en ella a la mujer de la nueva creación sobre la que se cierne el Espíritu, como el Espíritu se cernió sobre las aguas de la primera creación (Gn 2; Lc 1, 26-38).