En Beauraing, diócesis de Namur (Bélgica), durante el invierno de 1932-1933, tuvo lugar un hecho excepcional, en un contexto igualmente excepcional: una época fría y oscura que presagiaba el inicio de la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, aparece una luz en esta noche: en 33 ocasiones, desde el 29 de noviembre de 1932 al 3 de enero de 1933, la Virgen María se aparece a cinco niños: Fernanda, Gilberta y Alberto Voisin (de 15 y medio, 13 y medio y 11 años), Andrea y Gilberta Degeimbre (de catorce y nueve años, respectivamente).
La Virgen se les aparece sobre un puente del ferrocarril y luego sobre un espino en el patio de la escuela. María se muestra sonriente y con las manos juntas. A partir del 29 de diciembre, los niños verán, entre sus brazos abiertos en señal de despedida, su corazón iluminado, como un corazón de oro. De ahí el nombre de Nuestra Señora de Beauraing: la Virgen con el corazón de oro.
El padre Joël Rochette, vicario general de la diócesis de Namur y rector de los santuarios de Beauraing, explica: En Beauraing, la Virgen María dijo "Recen, recen mucho, recen siempre". Lo dijo no solo una sino dos veces: “recen mucho, recen siempre”. Es decir, recen también en los momentos difíciles, en las travesías del desierto. Y también dijo: "Convertiré a los pecadores", en otras palabras, los volveré a poner en el camino, un camino de esperanza, un camino de luz si están en oscuridad, pruebas o pecado.
El periodo que estamos atravesando es quizás también una oportunidad para poner un poco de luz en nuestras vidas y María puede guiarnos… María en Beauraing muestra un corazón de oro: se apareció en el jardín de una escuela, el Instituto de Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Más tarde, una escuela fue dedicada al Corazón de Jesús. En realidad, el Corazón de Jesús y el Corazón de María son el Corazón de amor del Padre y quizás, en estos tiempos difíciles, se nos invita a volver a lo esencial, al corazón de nuestra fe y a confiarnos de nuevo al Corazón de Dios.
Han sido reconocidas dos curaciones como milagrosas. La autenticidad de los hechos fue reconocida el 2 de julio de 1949 por Monseñor Charue, obispo de Namur. El papa Juan Pablo II visitó el santuario de Beauraing el 18 de mayo de 1985.
Adaptado por Françoise Breynaert Marie de Nazareth
Entrevista realizada por Adelaida Patrignani – Ciudad del Vaticano