En su homilía del 8 de septiembre de 2020, en la festividad litúrgica del nacimiento de la Santísima Virgen, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano que celebró la Misa en el Santuario italiano de la Virgen de las Gracias, nos invitó a imitar a “la Virgen María, traduciendo nuestro amor al Señor en nuestra vida diaria".
Mons. Parolin afirmó que "la misión del Hijo de Dios se concreta a través de la disponibilidad generosa de María, una criatura humilde a la que Dios mira con admiración. La historia de la Salvación —dijo— no sigue los senderos dorados de lo «sensacional», sino que se desarrolla fundamentalmente por los senderos humildes y exigentes de la realidad, siguiendo el ritmo ordinario de la vida de los hombres...".
El cardenal Parolin invitó a vivir la sencillez doméstica con fe y humildad: “El lado ordinario de nuestros días —dijo— no es a los ojos de Dios algo insignificante, incidental… El Señor Jesús no se separa de la historia humana, sino que entra en ella plenamente”.
Utilizando las palabras del Magníficat, el cardenal recordó que "Dios ama soberanamente la humildad y rechaza la ostentación y el orgullo". Cristo, "manso y humilde de corazón, quiso venir de una madre llena de mansedumbre y humildad, para ofrecerse a todos como ejemplo de estas virtudes".