El país no cambiará hasta que cambie el corazón de los hombres. Con estas palabras llamó a la oración el obispo Kondrusiewicz, arzobispo católico de Minsk, capital de Bielorrusia.
Ante la crisis social y política que sacudió a Bielorrusia tras la controvertida reelección del presidente saliente Alexander Lukashenko en agosto de 2020, Mons. Kondrusiewicz, pidió la oración y la "transformación de corazones" siguiendo el ejemplo de la Virgen María. Lo hizo durante la Misa celebrada en el santuario mariano de Braslaw, el 22 de agosto de 2020. A pesar de la falta de peregrinaciones organizadas debido a la pandemia del COVID-19, muchos fieles acudieron ese domingo, desde todos los rincones de Bielorrusia, a este importante sitio mariano para responder al llamado del arzobispo.
Según el presidente de la Conferencia Episcopal de Bielorrusia, esto demuestra que la gente viene a los santuarios "no para batir récords y jactarse de sus logros, sino para fortalecerse espiritualmente y pedirle a Dios por intercesión de sus santos, en particular la Santísima Virgen María, lo que les parece imposible obtener sin su ayuda”. En otro momento declaró, llamando solemnemente a la oración y al diálogo, “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”. Ese domingo, día de las grandes protestas que tuvieron lugar en todo el país y que representan un movimiento sin precedentes, concluyó: “Solo tenemos que confiar en Dios por completo, como hizo María".
Adaptado de: Aleteia