Egipto: María ahí tiene a su pueblo

Egipto, situado en los límites extremos del noreste de África, entre el Mediterráneo y el mar Rojo, puede presumir de ser el país donde la Sagrada Familia llegó a refugiarse, en el primer año de la era cristiana, solo unos meses después del nacimiento del Verbo Encarnado en Belén de Judá, huyendo de la persecución de Herodes.

Ya entonces, en la historia bíblica de los hebreos, Egipto era conocido como el país donde el Pueblo Elegido había vivido durante más de 400 años, antes de que, guiado por Moisés, uno de los suyos, fuese liberado de la esclavitud y pudiera volver a su tierra en Palestina, después de peregrinar 40 años por el desierto.

Los cristianos, en particular los coptos, son solo una minoría hoy en día en la tierra de los faraones y las pirámides (del 10 al 15% de la población); pero su fervor, particularmente su fervor mariano, siempre fiel desde hace más de dos milenios, ha sido recompensado por la misma Virgen.

De hecho, los santuarios nacidos en los lugares de milagros y apariciones marianas no faltan en Egipto.

En particular, notemos las apariciones de la Virgen en los suburbios de El Cairo, en Zeitun, que tuvieron lugar muy recientemente, ya que no cesaron sino hasta 1971. Un detalle: la Virgen se dejó contemplar tanto por los grupos cristianos como por los musulmanes, que son mayoría en el país.

Equipo de Marie de Nazareth