Cada vez que Chris y Jennifer Sariego y sus cuatro hijos conducen durante más de 15 minutos, esta familia estadounidense de los suburbios de Los Ángeles (Estados Unidos) reza el Rosario en el automóvil. "Lo llamamos el minivan del Rosario", dice Chris. Si viajas mucho, un minivan es el lugar perfecto para rezar el Rosario”.
Esta es una de las formas en que su familia, que es una pequeña "iglesia doméstica", crece en santidad en la línea de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, cuya fiesta celebramos el domingo después de Navidad.
Porque en su vida diaria, las familias pueden crecer en santidad imitando a la Sagrada Familia.
Oren juntos. Es cierto que los miembros de la Sagrada Familia oraban juntos. Sus vidas eran una oración viva y crecieron juntos en fe y amor.
El sacerdote estadounidense David Guffey, de la Orden de la Santa Cruz (CSC), director nacional de Family Theater Productions, alienta a las familias a aprovechar al máximo la oración, comenzando por la bendición antes de las comidas. “Aprovechen ese momento para invitar a los miembros de la familia a ofrecer intenciones especiales. Oren por alguien o digan una oración de agradecimiento por algo en específico”, dice.
Como él explica, la oración familiar revela lo que hay en la mente y el corazón de los niños, en qué y en quién están pensando, sus preocupaciones y sus pensamientos acerca de Dios.
La Bendición antes de las comidas es un hábito diario en casa de los Sariego. "No importa si estamos en un restaurante o en otro lugar", dice Chris, para quien rezar en un lugar público es una forma de testimonio y enseña a los "niños que es importante dar testimonio de su fe".
Bendíganse unos a otros. Las parejas deben bendecirse y los padres deben bendecir a sus hijos, aconseja el padre Guffey. ¡Es maravilloso imaginarnos a la Sagrada Familia haciendo lo mismo!
Joseph Pronechen : National Catholic Register