Santa Matilde de Ringelheim o Maud de Ringelheim (nacida alrededor del 896), hija del conde de Westfalia Teodorico de Ringelheim, era esposa del duque de Sajonia, el futuro Henri l'Oiseleur, rey del este de Francia, y madre de Otton I, fundador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Una vez viuda, tuvo algunas disputas con sus hijos. Ellos nunca dejaron de despojarla de la mayor parte de sus posesiones, acusándola de malgastarlas.
Dedicó el resto de su vida a la caridad y la oración. Fundó muchas instituciones religiosas, como un centro teológico y cuatro monasterios benedictinos, incluido el de Quedlinburg (Sajonia, Alemania), donde murió y fue enterrada en marzo del 968.
Su gran piedad y profunda devoción mariana le valieron la canonización. Su culto se extendió especialmente en Sajonia y Baviera. La Iglesia Católica la festeja el 14 de marzo. Es la patrona de las familias numerosas y está llamada a ayudar a los padres en conflicto con sus hijos.