El Concilio Vaticano II dio un gran salto hacia adelante, tanto en la doctrina como en la devoción marianas. Es imposible citar todo el maravilloso capítulo VIII de Lumen Gentium1 y es una pena.
Cuando participé en el Concilio, reconocí plenamente mi experiencia personal en los contenidos de ese capítulo. Allí encontré toda mi experiencia previa desde mi adolescencia, todo lo que me une tan singularmente a la Madre de Dios en formas siempre nuevas.
1) La constitución dogmática sobre la Iglesia es una de las cuatro constituciones conciliares emanadas del Concilio Vaticano II.
San Juan Pablo II, extracto de Cruzando el umbral de la Esperanza, 1994, pág. 319.