Tengo una amiga protestante que esta comenzando a orar a la Santísima Virgen. Ella comprendió que María era la Madre universal y lleva puesta la Medalla Milagrosa.
Un día me dijo: “Dame un rosario, ahora voy a rezar el Rosario. Los protestantes no rezan el rosario, así que tu me dirás qué hacer”. Le escribí unas "instrucciones de uso", porque entendí que no sería fácil orar de una manera nueva a la que hemos conocido después de 60 años.
Su esposo se sometió a una cirugía por un cáncer de riñón incurable. Hoy él vive cuidándose, pero tiene una vida normal y sin un tratamiento especial. Se lo habíamos confiado a la Virgen en la calle del Bac1. Hoy representa un milagro y es suficiente para agradecer y continuar en el amor a Dios. Seguimos confiando en nuestra oración a María, Madre de la Misericordia, gracias a tantos favores recibidos que vemos a nuestro alrededor.
1 Cf el sitio : Marie de Nazareth
Publicado en la “Carta a los devotos de la Medalla Milagrosa”, carta n°116, julio/agosto 2016 (edición en lengua francesa).