La pandemia de coronavirus (COVID-19) reavivó el interés de los católicos filipinos por una profecía atribuida a la Virgen María cuando se apareció en Lipa, cerca de Batangas, una ciudad de Filipinas, en 1948.
El cardenal Vidal, exarzobispo de Cebú (provincia de Filipinas), que murió en 2017, dijo en una carta dirigida en 2014 a los obispos católicos de la Conferencia Episcopal de Filipinas: "Oren mucho porque el sueño de China es invadir el mundo entero”, citando las notas de la hermana Teresita sobre la aparición que tuvo en el convento carmelita de la ciudad de Lipa en 1948. Fue un año antes del triunfo del comunismo en China y la proclamación oficial de la República Popular de China por el líder comunista Mao Tse-Tung.
"Filipinas es uno de sus principales objetivos. El dinero es la fuerza del mal que llevará a los pueblos del mundo a la destrucción”.
El Vaticano habló sobre lo ocurrido en 1948 en una carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe dirigida en 2016 al arzobispo Ramón Arguelles, entonces Arzobispo de Lipa. Decía que la aparición "no tenía un origen sobrenatural"; pero que eso no significaba que la devoción a María Mediadora de Gracias, que era el título atribuido a esta aparición mariana, estuviera prohibida. De hecho, el icono de María Mediadora es omnipresente en la provincia de Batangas y la Iglesia del Carmelo en Lipa sigue siendo un sitio popular de peregrinación.
"Por tanto, es a la Reina de los Profetas, bajo su título de Mediadora de toda Gracia, que debemos recurrir para evitar el aumento de las tensiones y frenar las ambiciones territoriales de esta superpotencia asiática", escribió el obispo Vidal.
"Siguiendo este camino de oración y penitencia, solicitado en Fátima y repetido en Lipa, nuestra amada Filipinas será preservada del flagelo de la guerra y la dominación de un gigante comunista”.
La hermana Teresita Castillo, hija del exgobernador de Batangas, Modesto Castillo, murió en 2016.
Adaptado de: Lito Zulueta, Philippine Daily Inquirer, 19 de abril de 2020.