21 febrero – San Pedro Damián, Doctor de la Iglesia (+ 1072) – Francia: 6ª aparición en Lourdes

El escapulario verde del Corazón Inmaculado de María

Si bien es bueno orar por uno mismo, para ser sanado o convertido, a Dios también le gusta recibir oraciones de intercesión de amigos o familiares. Cuando un grupo de personas llevó un paralítico a Jesús para sanarlo, honró la fe de sus amigos e hizo lo que le pidieron, además de perdonar a los enfermos sus pecados (cf. Mateo 9, 1-8).

Una forma eficaz de obtener la curación o la conversión de Dios para un ser querido es usar el escapulario verde, que es un sacramental de la Iglesia que se sabe atrae la intervención milagrosa de Dios.

Unos diez años después de las apariciones de la Virgen a santa Catalina Labouré relacionadas con la Medalla Milagrosa en la calle de Bac en París (Francia), una hermana religiosa de su orden también recibió visiones milagrosas.

En 1840, la hermana Justina Bisqueyburu tuvo una visión de la Santa Madre, quien le dio el escapulario verde del Inmaculado Corazón de María. Fue aprobado por el papa Pío IX en 1870 y desde entonces se ha convertido en un sacramental muy apreciado por muchos fieles.

El escapulario verde es un simple rectángulo de tela verde en el que aparece la imagen de la Virgen María con la siguiente oración: "Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte". No hay una ceremonia especial para recibirlo, pero puede ser bendecido por un sacerdote.

La Virgen María le dijo a la hermana Justina: “Gracias al uso del escapulario se obtendrán grandes gracias, pero estas gracias serán directamente proporcionales al grado de confianza que la persona tenga en mí”.

El escapulario verde generalmente se coloca cerca de alguien que necesita curación física o espiritual, y reza con gran fe por el amigo o familiar que lo necesita.

Incontables milagros se han atribuido al uso piadoso de este escapulario. Como siempre, debemos tener cuidado de no ser supersticiosos y recordar que no es un objeto mágico, sino que es el inmenso amor de Dios y la confianza que depositamos en su Divina Providencia lo que nos alcanzará la gracia solicitada. ¡Con Dios todo es posible!

Adaptado del artículo de Philip Kosloski, del 3 de abril de 2019 Aleteia

El escapulario verde 

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