“Que la mariología entre en los interrogantes cruciales de nuestro tiempo”

El 4 de diciembre de 2019, el Papa evocó el tema de la reunión organizada este año por la Pontificia Academia Mariana Internacional: "María, camino de la paz entre las culturas". Aquí presentamos un extracto de su discurso:

“En san Pablo VI, el vínculo entre la Santísima Virgen y las personas creyentes resuena fuerte, claro, consciente y apasionadamente. Él escribe en Marialis Cultus:

‘Al hombre contemporáneo, frecuentemente atormentado entre la angustia y la esperanza, postrado por la sensación de su limitación y asaltado por aspiraciones sin medida, turbado en el ánimo y dividido en el corazón, la mente obsesionada por el enigma de la muerte, oprimido por la soledad mientras tiende hacia la comunión, presa de sentimientos de náusea y hastío, la Virgen, contemplada en su vicisitud evangélica y en la realidad ya conseguida en la Ciudad de Dios, ofrece una visión serena y una palabra tranquilizadora: la victoria de la esperanza sobre la angustia, de la comunión sobre la soledad, de la paz sobre la turbación, de la alegría y de la belleza sobre el tedio y la náusea, de las perspectivas eternas sobre las temporales, de la vida sobre la muerte’” (núm. 57).

San Juan Pablo II hace su contribución para que la Madre del Redentor se convierta en motivo e inspiración para un encuentro renovado y una fraternidad redescubierta en los caminos de la Iglesia y el mundo en el nuevo milenio. Por esto, quiso darle a la mariología el papel que merecía en la formación teológica universitaria y en el diálogo entre los diferentes conocimientos. También espera que la mariología entre en los interrogantes cruciales de nuestro tiempo.

Finalmente, Benedicto XVI exhortó a los estudiantes a profundizar aún más en la relación entre la teología mariana y la teología de la Palabra. “De esto podemos derivar grandes beneficios tanto para la vida espiritual como para los estudios teológicos y bíblicos. De hecho, lo que la inteligencia de la fe ha captado con respecto a María es el centro más íntimo de la verdad cristiana” (Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, núm. 27).

Zenit