Por decisión del papa Francisco, la festividad de Nuestra Señora de Loreto, patrona de los viajeros en avión, ahora está inscrita en el calendario romano. El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah ha firmado un decreto, hecho público el 31 de octubre de 2019, que establece el 10 de diciembre como su memoria litúrgica. Cada año, es venerado y celebrado por miles de peregrinos.
“Esta celebración ayudará a todos, especialmente a las familias, a los jóvenes y a los religiosos y religiosas, a imitar las virtudes de quien fue el discípulo perfecto del Evangelio, la Virgen María que, al concebir a la cabeza de la Iglesia, también nos recibió en su casa”, se lee en el decreto. Mirando al mar Adriático, el Santuario Mariano de Loreto, ubicado a unos treinta kilómetros al suroeste de la ciudad de Ancona (Italia), es hoy en día uno de los más importantes del mundo.
Recordando “el misterio de la Encarnación”, alberga las tres paredes de la casa semi-enterrada de Nazaret donde, según la tradición cristiana, tuvo lugar la Anunciación del arcángel Gabriel. “La veneración de la Santa Casa de Loreto ha sido desde la Edad Media el origen de este santuario particular, frecuentado, incluso hoy, por muchos peregrinos para alimentar su fe en la Palabra de Dios hecha carne por nosotros”, continúa el documento romano.
“Estrechamente vinculado a la Sede Apostólica, alabado por los Soberanos Pontífices y conocido en todo el mundo, el Santuario de Loreto ha ilustrado de forma extraordinaria a lo largo del tiempo, tanto como Nazaret en Tierra Santa, las virtudes evangélicas de la Sagrada Familia”, indica el mismo documento. Según la tradición, la “Santa Casa” fue llevada por los “ángeles” de Nazaret al cerro de Loreto. Y según varias investigaciones históricas, las piedras del Santuario fueron transportadas por mar, por los cruzados en 1291, en el momento de la invasión sarracena a Tierra Santa.
Adaptado de : La Croix