27 diciembre – Domingo de la Sagrada Familia – San Juan, Apóstol y Evangelista – 1a Aparición en Paray-le-Monial

Él debía llegar una vez que en el mundo cesara toda guerra

Cuando la Virgen María dio a luz a Jesús, en el mundo habían cesado todas las guerras. Era la época de la larga Pax Romana de Augusto.

Precisamente en esos años, los judíos esperaban a su Cristo misterioso (cf. la profecía de los setenta y siete). Y se esperaba a este Mesías como el Príncipe de la Paz. El Talmud explica que vendría cuando el mundo hubiera dejado de luchar entre sí. Y esto es exactamente lo que sucedió en tiempos de la paz de Augusto.

Veinticinco años de paz, sin guerra alguna: una tregua sin precedentes, en cuyo corazón nació el Príncipe de la Paz.

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