Une Minute avec Marie
Faire connaître et aimer Marie
El papa san Juan Pablo II escribió: “María siempre nos recuerda el valor salvífico de la obra de Jesús, nuestro único Salvador. La fe en Jesucristo no puede dispensarnos de incluir a su Madre en este acto de fe”.
Traer a María a nuestras vidas, a nuestros hogares y a nuestra fe me fue inculcado por los hermanos maristas durante mi adolescencia. Qué suerte tuve, realmente, qué gracia tuve en descubrir el amor maternal y personal de la Madre de Dios. Con los años, en muchas ocasiones y en diversas situaciones, le he pedido ayuda y asistencia y, a través de Ella, he experimentado el amor de su Hijo, Jesús, nuestro Señor.
El papa Francisco nos alentó a acercarnos a María durante la pandemia del coronavirus: "Las restricciones de la pandemia nos han hecho apreciar aún más este aspecto ‘familiar’ del Rosario a nivel espiritual. Por ello quiero alentar a todos a redescubrir la belleza del rezo del Rosario en casa, en el mes de mayo", dijo.
En este momento de gran sufrimiento, cuando no siempre podemos encontrarnos en nuestras iglesias, invito a los fieles de nuestra diócesis a rezar el Rosario en casa, en familia o individualmente, pidiendo e incluso implorando a nuestra Santísima
Madre que nos ayude. Los que tienen hijos deben enseñarles a rezar el Rosario. Es muy triste que los niños vengan a menudo al catecismo sin conocer las oraciones católicas más elementales. Yo aprendí mis oraciones en casa. Es una de las principales tareas de la iglesia doméstica, no solo del catequista de la parroquia.
Los hermanos maristas me enseñaron el amor maternal de María por su Hijo, pero también por mí. Ella es la Madre de Dios y mi Madre. Si nos unimos a Ella en oración, Ella, como dice el papa Francisco, "nos ayudará a superar este difícil periodo". En estos días de preocupación, deseo que todos podamos experimentar la cercanía del Señor Jesús a través del amor maternal de María.
Monseñor Dennis J. Sullivan, obispo de New Jersey (Estados Unidos), 17 de mayo de 2020.