La Diócesis de Calgary, en Canadá, acaba de inaugurar su primer santuario mariano, "Nuestra Señora de las Montañas Rocosas". Se encuentra en la ciudad de Canmore, ubicada al oeste de Calgary, al pie de las Montañas Rocosas. A medida que las iglesias de América del Norte comienzan a reabrir, "Nuestra Señora de las Montañas Rocosas" ahora está lista para recibir a los peregrinos.
Sin embargo, la ciudad de Canmore era conocida anteriormente por albergar los eventos de la Copa del Mundo de esquí de fondo cada año. Así mismo, esta ciudad anglohablante de la región de Alberta también es conocida por el dominio perfecto del idioma francés de uno de cada cinco de sus habitantes. Podemos apostar a que pronto se hará famosa por su nuevo santuario dedicado a la Virgen María, el primero de la diócesis de Calgary.
El 30 de mayo, cuando el papa Francisco llamó a invocar la intercesión de la Santísima Virgen en un momento de la pandemia mundial, el obispo de la diócesis de Calgary, Mons. William Mc Grattan, inauguró este santuario de 17,000 metros cuadrados con una Misa transmitida en vivo.
“En muchos sentidos, nuestra diócesis, bajo la protección de María, necesitaba contar con una iglesia santuario, un lugar adonde la gente de nuestra propia diócesis, pero también de todo el mundo, pudiera llegar para descubrir "la catedral de la naturaleza" que son las Montañas Rocosas. Aquí pueden detenerse y rezar, y experimentar la presencia de Dios, que llega para estar entre nosotros en las moradas que construimos para Él ", dijo el obispo de la diócesis.
La nueva iglesia está ubicada en las afueras de la ciudad, cerca de la carretera transcanadiense, y se puede ver cuando se llega en automóvil. Esto alegra al párroco, el padre Sinay, "no podríamos desear una mejor ubicación y esperamos que el campanario se convierta en un faro de esperanza para la gente de aquí".
Un santuario mariano no implica una aparición de María (incluso si los lugares de aparición son santuarios). El santuario es un lugar elevado de espiritualidad que sirve como refugio de fe, una invitación a retirarnos del vértigo de la vida; un territorio donde la caridad, el perdón, la humildad y la paz están bajo especial resguardo. Se invita a las multitudes a llegar en peregrinación donde podrán recibir numerosas gracias.
Ciertamente, la consagración de un nuevo santuario en medio de una pandemia mundial es un gran estímulo para avanzar... ¡Nuestra Señora de las Rocosas, portadora de esperanza!
Adaptado de: Aleteia