El Evangelio sobre la Transfiguración no menciona ningún papel de María, pero la tradición de la Iglesia (especialmente Gregorio Palamas en Oriente) habla del papel de María en experiencias similares de contacto con la gloria divina, de divinización.
Palamas insistió en el hecho de que nuestra divinización es posible y real, y que mientras seamos criaturas, participaremos en la naturaleza divina, en la vida divina, por las energías divinas. María fue la primera en lograrlo, mediante la gracia.
Luego, considerando el misterio de la Iglesia como una comunión de divinización, Gregorio Palamas explica que María nos transmite el contacto con la vida divina y este contacto nos transfigura —los orientales dicen que nos deifica— y nos hace participar en la vida divina.
Fuente: Marie de Nazareth