Jean Robic, Louison Bobet, Eddy Merckx, Bernard Hinault, Laurent Jalabert, Tom Boonen, Alberto Contadora... todos estos nombres que resuenan en los corazones de los amantes de la pequeña reina, un día donaron sus camisetas a la capilla de Géou, conocida también como Nuestra Señora de los Ciclistas, en el poblado de Armagnac (Landes, Francia).
Este santuario alberga una asombrosa colección de camisetas de los mejores corredores desde la posguerra hasta la actualidad. “Más de 700 camisetas están en exhibición todo el tiempo, entre ellas, algunas muy antiguas hechas de lana. Estas camisetas son como exvotos. El espacio es limitado, 120 camisetas aún se conservan en contenedores de plástico y están a la espera de ser exhibidas.
Si la capilla de Géou ha unido su destino al ciclismo, se lo debe a un hombre apasionado por el deporte, el padre Joseph Massie. En la década de 1950, durante un viaje en bicicleta cerca del lago de Como, descubrió, en Italia, a la Madonna del Ghisallo, una capilla dedicada al ciclismo y erigida como santuario nacional por el papa Pío XII en 1948. Seducido, el padre Massie decidió hacer lo mismo en la capilla de Géou, donde solía celebrar Misa.
El 11 de mayo de 1959, un decreto de la Sagrada Congregación de Ritos convirtió oficialmente la capilla de Géou en el Santuario Nacional de los ciclistas. Siete días después, un domingo de Pentecostés, el obispo Mons. Matthieu presidió la inauguración de Nuestra Señora de los ciclistas.