El padre Tiago Varanda, ciego desde los 16 años debido a un glaucoma congénito, fue ordenado sacerdote en el Santuario Mariano de Nuestra Señora de Sameiro, en Braga, Portugal, el 15 de julio de 2019. Este nuevo sacerdote de 35 años es oficialmente el primer ciego en ser ordenado sacerdote en Portugal, independientemente de los sacerdotes que perdieron la vista después de la ordenación.
El día después de su ordenación, el padre Tiago fue a Cova da Iría para celebrar la Misa en la capilla de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima y dedicarle su sacerdocio. En una declaración a la oficina de prensa del santuario, explicó: “Fátima siempre ha sido un lugar privilegiado para mí desde que era niño y, en este importante momento de mi vida, también quería poner mi ministerio en manos de la Virgen María, porque sé que con Ella puedo estar unido más fácilmente a Jesús”.
El nuevo sacerdote ya había visitado este santuario antes de quedar ciego. Por supuesto, la forma en que lo vive ahora es diferente.
En su testimonio publicado por el santuario de Fátima, el padre Tiago habla sobre las limitaciones que experimenta debido a su discapacidad y cómo la pérdida de la vista puede brindarle una experiencia única en el ejercicio de su ministerio.
"El hecho de no ver me permite no distraerme demasiado con las cosas externas, aunque, internamente, tengo que hacer el mismo esfuerzo, a menudo difícil, para lograr una buena concentración y silencio interior. Además, siento que mis otros sentidos se están volviendo cada vez más agudos, especialmente el oído, que es la capacidad para escuchar realmente. Esto puede ser un regalo para mí porque puedo estar más atento a las personas en sus dificultades, sus alegrías y su fe”.