17 noviembre - Lituania: María Puerta de la Aurora – San Gregorio el Taumaturgo (213-270)

Él oyó a María hablando con el apóstol Juan

Una noche, cuando Gregorio meditaba sobre la doctrina de la fe con gran devoción y solicitud, apareció ante sus ojos un personaje humano con las características de un anciano, vestido con gravedad religiosa. La virtud brillaba en la gracia de su rostro y en todo su exterior. Asustado al ver esto, Gregorio se levantó de su cama y le preguntó: "¿Quién eres y qué quieres?".

El extraño calmó la confusión de sus pensamientos al hablarle suavemente. Dijo que se le apareció por orden de Dios para aclarar sus dudas y descubrirle la verdad de la fe piadosa. Tranquilizado por estas palabras, Gregorio lo miró, con sentimientos encontrados de alegría y miedo. La aparición extendió su mano hacia adelante, como para mostrarle la dirección opuesta: volviendo la mirada hacia esa dirección, vio a un segundo personaje con rasgos femeninos, lleno de majestad sobrehumana. De nuevo, asustado, se volvió y bajó la vista, privado ante esta visión, incapaz de soportar el resplandor.

Y escuchó a los dos personajes que se le habían aparecido conversando sobre el punto que lo ocupaba: de manera que no solo adquirió la verdadera ciencia de la fe, sino que también supo cómo se llamaban los dos personajes que se dirigían el uno al otro designándose a sí mismos por sus nombres. Escuchó al personaje femenino exhortar al evangelista Juan a descubrir al joven que él era el misterio de la piedad; y escuchó a Juan responderle que estaba listo para hacerlo por la Madre de Dios, ya que para él esto era un placer.

Gregorio se apresuró a escribir la enseñanza divina, compartirla con su Iglesia y legar a la posteridad, como herencia, la lección del Cielo.

Aparición de María y Juan a san Gregorio Taumaturgo, reportada par san Gregorio de Niza.

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