En Portland, Oregón (Estados Unidos), hay una gruta mariana con su magnífico santuario tallado en un acantilado.
Organizado por los Hermanos Servitas, el santuario nacional de Nuestra Madre Dolorosa, llamado simplemente "la Gruta", se encuentra al noreste de Portland sobre 20 hectáreas que cubren toda la pared de un acantilado basáltico de 33.5 metros de altura.
La Gruta fue fundada por el padre Ambrosio Mayer, miembro de la Orden Servita de Ontario. Cuando era niño, le había prometido a Dios que consagraría su vida a grandes obras para la Iglesia, si salvaba a su madre a punto de morir después del nacimiento de su hermana.
Su madre se recuperó y el joven Ambrosio ingresó al seminario. En 1918, fue el primer hermano servita enviado a la Arquidiócesis de Portland. Cinco años después, buscando un lugar para cumplir su voto, encontró un terreno en el área y al financiar el proyecto con una campaña nacional, lo compró y comenzó la construcción de una catedral natural.
El padre Ambrosio recibió la aprobación oficial del papa Pío XI, quien concedió su bendición apostólica a quien "de cualquier forma, mostrara buena voluntad y ayudara a construir el santuario de Nuestra Madre Dolorosa en Portland".
La construcción de la gruta, de 15 metros de altura, comenzó en septiembre de 1923. En 1929, se instaló un ascensor para llevar a los peregrinos a la cima del acantilado, donde hay una pequeña capilla dedicada a santa Ana, la madre de la Virgen María, y una sala de meditación. En 1983, la gruta se convirtió en santuario nacional. Desde entonces, millones de personas lo han visitado y más de 300,000 lo hacen cada año.