La hermana Emmanuelle, priora general de las religiosas de la Familia Monástica de Belén, nos comparte, con mucha sencillez, los secretos de la vida de oración:
La Familia Monástica de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno fue fundada el 1 de noviembre de 1950, en Roma, en la Plaza de San Pedro. Ese día, el papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen. Los peregrinos franceses escucharon entonces el llamado a una vida de adoración a la Santísima Trinidad en la escuela de la Virgen María.
¿De qué sirve rezar? ¡De nada, podríamos decir! La oración no es, en primer lugar, algo que tenga que ver con la utilidad, sino con la gratuidad. Como el amor o la belleza. Pero Jesús, quien a menudo se retira para orar a su Padre, también nos dice en el Evangelio que la oración es eficaz. La Oración del Señor también contiene estos dos aspectos: la primera parte es gratuita, relacional, y la segunda es una oración de petición: danos nuestro pan de cada día; dame todo lo que necesito hoy, ahora.
Y si la Virgen María, en sus apariciones, exhorta a sus hijos a rezar, es porque Ella sabe que, en la oración, cada persona humana encuentra el significado de su vida: Dios que lo ama incondicionalmente y lo salva.