A diferencia de su prima Isabel, la Virgen María no es estéril. El nacimiento de su hijo no es el resultado de que Dios la hubiera curado de su esterilidad. María es una joven virgen y su hijo es completamente obra de Dios, una nueva creación.
La aparición del ángel a Zacarías se lleva a cabo en el Templo de Jerusalén, que es un signo de continuidad con las instituciones del Antiguo Testamento. Pero la Anunciación a María tiene lugar en Nazaret, un lugar que no aparece en el Antiguo Testamento, lo que representa una novedad total en el obrar de Dios.
Finalmente, Juan Bautista es la respuesta al deseo ardiente de sus padres mayores de tener un hijo. María no aspira a tener un hijo, porque ni siquiera ha vivido con su prometido. Jesús es la sorpresa de la Creación. Su concepción es totalmente iniciativa de Dios, más allá de lo que el hombre hubiera podido imaginar.
Manilla Bulletin, 22 agosto 2019
Fuente: “365 Days with the Lord 2019,” ST. PAULS, 7708 St. Paul Rd., SAV, Makati City (Phils.)