Pues María es la Inmaculada Concepción Ella misma…

En Lourdes, la Virgen María respondió a la pregunta de Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción”. Con sus palabras luminosas, Ella misma dijo que no solo fue concebida de manera inmaculada, sino más profundamente, que Ella misma era la Inmaculada Concepción. Por tanto, una cosa es ser algo blanco y otra cosa es su blancura; y otra, una cosa perfecta y otra su perfección. (...)

El Espíritu Santo es Concepción Inmaculada no creada (...) Es cierto que la Tercera Persona de la Trinidad no está encarnada; sin embargo, nuestra palabra humana "esposa" no puede expresar la realidad de la relación de la Inmaculada con el Espíritu Santo. Se puede afirmar que la Inmaculada es en cierto modo "la encarnación del Espíritu Santo".

San Maximiliano Kolbe