Los aficionados del equipo FC Nantes (Francia) lloran a Emiliano Sala, un exjugador argentino de su club, que murió en un accidente aéreo en enero de 2019, dos días después de su traslado a Cardiff City (Gales).
Mientras tenía lugar su funeral el 16 de febrero de 2019 en su país de origen, también se celebraba en Francia una Misa en su memoria, en la iglesia de Carquefou, ubicada a unos doce kilómetros de Nantes, adonde a veces llegaba Emiliano. "Su muerte ha conmovido a mucha gente aquí", dijo el sacerdote que se reunió con el jugador dos veces. "La primera vez fue en la iglesia. Él estaba orando y, por los feligreses, supe que rezaba antes de cada juego. Oraba con gran fervor, arrodillado ante una hermosa estatua de la Virgen, Nuestra Señora la Blanca. Era muy mariano".
Habiendo estado entre los máximos goleadores de la Liga 1, Emiliano Sala "fue muy apreciado porque luchaba en el terreno de juego dando lo mejor de sí mismo", dijo el sacerdote, quien explica que también estaba acostumbrado a ir a recogerse a una capilla muy pequeña en Gétigné (Loire-Atlantique). "Lo que llama la atención es que era una persona accesible y que llevaba una vida muy sencilla, lo cual no siempre es así en su entorno. Mostraba una mezcla de pureza y franqueza. Tenía el alma al borde de los ojos. Cuando uno lo miraba a los ojos, tenía la impresión de que podía ver su alma".