Nuestra Señora de la Dorada (Toulouse) es probablemente el santuario mariano más antiguo de Francia. Antiguo templo pagano, se transforma en el siglo V en una iglesia dedicada a la Virgen María, cuya veneración crece a partir del Concilio de Éfeso en 431. La iglesia posee mosaicos de hojas de oro, de ahí su nombre "Deaurata", “la Daurade", “la Dorada".
Desde hace varios siglos, la basílica alberga también el hogar de una Madonna negra, que habría salvado al suburbio de San Miguel de Toulouse de un gran incendio el 18 de agosto de 1672. Más tarde, el culto a la Madonna Negra se dirige específicamente a las mujeres embarazadas, debido a una curiosa tradición: en el lecho de las piadosas tulusanas se extendía un trozo del manto que llevaba la Virgen para ayudar a un feliz alumbramiento. Pero durante la Revolución, la vestimenta de Nuestra Señora desapareció y los jirones del manto fueron reemplazados por cinturones que habían permanecido en la estatua milagrosa. Las mujeres embarazadas los usaban largo tiempo antes de dar a luz, orando a la Virgen María para que les fueran benéficos.
La Virgen de la Dorada recibe por ello el título de Nuestra Señora del Parto. Bajo esta advocación aparece la tradición del uso del cinturón bendecido. Recibirlo y llevarlo significa tanto ponerse bajo la protección de la Madre de Cristo como compartir su dignidad de sierva del Señor.
Incluso hoy en día, las futuras madres solicitan la protección de la Virgen Negra. El párroco de la Dorada bendice estos "cinturones de la Virgen Negra" que se envían a todas partes, a veces incluso al extranjero, a petición de mujeres embarazadas o de las parejas con la esperanza de tener un hijo. En el cinturón están inscritas estas palabras: "Recibe y usa con confianza este cinturón bendito como un signo de mi protección materna y como promesa de un parto feliz”.
Usted puede recibir este cinturón enviando un correo electrónico a: Notre-Dame de la Daurade