El padre Faure (1873-1955), pastor de Chateauneuf-de-Galaure, una pequeña aldea en la región de La Drôme (Francia), señala en uno de sus cuadernos que, en los primeros días de noviembre de 1922, Marta Robin fue herida de Amor ante el altar de la Santísima Virgen. Escribe lo siguiente:
“Olvidé decir que, en los primeros días de noviembre de 1922, Marta fue herida de amor frente al altar de la Virgen María (...). Es la vida entera de Marta, sus actividades diarias en la granja, la que se ve impregnada de la gracia mariana”.
Y el padre Faure cita a Marta evocando a la Santísima Virgen:
“Realmente, me gusta volver a poner todo en manos de esta tierna y querida madre, cuya protección es cada vez más sentida por su hija. Para no ver mi confianza superada por las bendiciones de la Santísima Virgen, debo esperar de su parte cosas ilimitadas (11/11/32, J.I. No. 3).
Me gustaría llegar, con la ayuda de la Santísima Virgen, a transformar mi vida natural en una vida totalmente sobrenatural y divina. Pero, ¿qué no puedo hacer si sé cómo procurarme su ayuda y si le rezo con la confianza de la hija de quien ella nunca se separa?
Oh, Madre mía, ¡reina sobre mi alma... Haz que Jesús reine en mí! (…) Pongo en tus benditas manos todos los actos de mi vida, para que puedan ser presentados a mi Rey y Señor Jesús" (3/4/30).
Taller del padre Dominique Bostyn : Extracto de Marthe Robin et le Père de Montfort