El sábado 30 de junio de 2018, en Birmingham, Inglaterra, ocho sacerdotes fueron ordenados en el Ordinariato personal de Nuestra Señora de Walsingham. Recibieron el sacerdocio de manos del obispo Bernard Longley en el Oratorio de San Felipe Neri, que alberga las reliquias del beato John Henry Newman, santo patrono del ordinariato.
Establecido en enero de 2011, este ordinariato personal agrupa a los anglicanos que se han unido a Roma. Se trata de anglo-católicos que han rechazado ciertos excesos doctrinales y morales surgidos en el seno de la comunión anglicana a partir de la década de 1970. Su jurisdicción se extiende a Inglaterra y Gales. Los miembros del ordinariato se benefician así de un rito propio que utiliza las riquezas litúrgicas y musicales del patrimonio inglés.
Los ocho nuevos sacerdotes han prometido obediencia al obispo Keith Newton, director del Ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham. Dos de los sacerdotes ordenados han seguido completamente su formación sacerdotal en este ordinariato. Otros seis sacerdotes son antiguos ministros anglicanos que decidieron unirse al ordinariato.
Estas son buenas noticias para una institución que se está desarrollando y que muestra hoy una cierta vitalidad en el mundo católico.
Fuente: independent catholic news