En 1876, María se aparece en Pellevoisin (Indre) a Estela Faguette, una joven que sufre de peritonitis tuberculosa en fase final y le anuncia que su curación tendrá lugar en la quinta aparición. Luego le presenta el escapulario del Sagrado Corazón y le pide que lo dé a conocer. Finalmente le anuncia que Francia sufrirá y la invita a guardar la calma y a orar.
María se presenta como la “toda misericordiosa”. Téngase en cuenta que este es el único lugar conocido donde Ella se presenta con este nombre. En la quinta aparición, el 19 de febrero de 1876, María obtendrá de su Hijo la curación de Estela.
Durante su novena aparición, le reveló a la mujer de 32 años su misión: dar a conocer y difundir el escapulario del Sagrado Corazón. Estela lo cuenta así:
La Virgen me dijo: “Desde hace mucho tiempo los tesoros de mi Hijo están abiertos, que todos recen”. Al decir estas palabras, me mostró el pequeño trozo de lana que llevaba en el pecho. Entonces vi un corazón rojo que sobresalía. Pensé de inmediato que era un escapulario del Sagrado Corazón. Ella me dijo, entonces, enseñándomelo, “Me encanta esta devoción” y “Aquí es donde seré venerada”.
María nos invita a volver al mensaje de Paray-le-Monial; pero lo enriquece con un gesto concreto: practicar la devoción llevando el escapulario que representa, por un lado, el Corazón de Cristo y, por el otro, la imagen de María. Aquí redescubrimos la devoción a los dos corazones tan queridos por san Juan Eudes (quien sin duda pronto será proclamado “Doctor de la Iglesia”).