La constitución dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium («Luz de las Naciones»), publicada el 21 de noviembre de 1964, es una de las cuatro constituciones conciliares redactadas por el Concilio Vaticano II. En ella encontramos esta exhortación de los Padres conciliares a orar a María, Madre de Dios:
«Ofrezcan todos los fieles súplicas apremiantes a la Madre de Dios y Madre de los hombres para que Ella, que ayudó con sus oraciones a la Iglesia naciente, también ahora, ensalzada en el cielo por encima de todos los ángeles y bienaventurados, interceda en la comunión de todos los santos ante su Hijo hasta que todas las familias de los pueblos, tanto los que se honran con el título de cristianos como los que todavía desconocen a su Salvador, lleguen a reunirse felizmente, en paz y concordia, en un solo Pueblo de Dios, para gloria de la Santísima e indivisible Trinidad».
Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, § 69