13 noviembre – Francia: Nuestra Señora de Nanteuil - Beatificación de Charles de Foucauld

«¡Quítate los aparatos!», le dijo una voz.

Acababa de llegar a Oise (Francia). Mi médico de cabecera, un católico comprometido con la diócesis, me ofreció participar en la peregrinación de Lourdes con los enfermos. Entonces me di cuenta de que mi nombre era Bernadette y que íbamos a celebrar el 150 aniversario de las apariciones...

Al volver de Lourdes, sufrí mucho. Viví como los tres días de Jesús en el sepulcro. En nuestra capilla, ante el Santísimo Sacramento, sentí la misma sensación de paz que en Lourdes durante la procesión de los enfermos. Tuve la fuerte impresión de que Jesús caminaba entre nosotros y que estaba soportando todo nuestro sufrimiento.

En esta capilla, experimenté una especie de resurrección, aunque no podía entender lo que me estaba pasando. Durante la adoración, al cabo de 45 minutos, sentí un calor. Seguí orando. De vuelta en mi habitación, escuché una voz que me decía "quítate los aparatos". Tenía un corsé, una férula en un pie, un neuroestimulador y estuve con morfina durante años...

No me hice preguntas. Pensé en el Evangelio donde Jesús le dijo al paralítico: “¡Levántate, toma tu camilla y anda!”. Me quité todo. Mi pie se enderezó y pude caminar. Me quité el corsé y ya nada me dolía.

Hermana Bernadette Moriau. Su testimonio en la revista: Famille Chrétienne, semana del 11 al 24 de agosto 2018

Suscribirse es fácil (y también darse de baja).
No lo dudes: suscríbete hoy. ¡Es gratuito!