Desde el primer año después de la fundación del Monasterio de Deir Al-Maghti en el Bajo Egipto, en el siglo XV, los monjes reunidos en la iglesia habían visto una columna de luz alumbrar el altar, transformarse en barca luminosa llevando a la Virgen, los ángeles (especialmente los apóstoles y los santos caballeros, Teodoro y Jorge y también los inocentes exterminados bajo órdenes de Herodes.
Cuando la Virgen mandó a los monjes que asociaran a la gente a este milagro, se organizó una peregrinación. Duró cinco días y reunió, en grandes campamentos, a egipcios, etíopes, maronitas, griegos, nestorianos, latinos e incluso musulmanes peregrinos. Los fieles adoptaron entonces la costumbre de arrojar sus turbantes y bufandas a la cúpula de la iglesia en el momento de la aparición, y algunas veces la Virgen consintió en tocar una u otra. Además, todos podían, apretujados alrededor de Nuestra Señora, pedir ver a sus padres o sus parientes muertos, como si estuvieran vivos.
Las apariciones del monasterio de Al-Maghti también fueron bien conocidas en Etiopía, gracias al Libro de los Milagros de María e incluso se las menciona en la sinaxis etíope, en la fecha de 21 genbot / 21 bachnas (29 de mayo). Según este Libro de los Milagros, confirmado por el geógrafo Al-Maqrîzî (muerto en 1441), el monasterio fue destruido en 1438 durante el Ramadán
P. Laurentin : Diccionario de las Apariciones - Fayard 2007