13 junio– 2a aparición en Fatima: « Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado » - Ejecución de Juan-José Trespalacios

La gran misión mariana de Alejandrina María

Alejandrina Maria da Costa (1904-1955) de Balasar (Portugal) es una mística portuguesa que se alimentó durante 12 años sólo de la Eucaristía, y, aunque es poco conocida en Francia, su destino nos lleva a pensar en el de Marta Robin.

La gran misión que Dios encomendó a Alejandrina fue la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María, la consagración hecha por el Papa Pío XII en 1942. Cuando recordamos las apariciones de Fátima, pensamos especialmente en Lucía, la vidente de Fátima, que había trabajado en esta consagración. De hecho, ha habido varios episodios para esta consagración, que podemos seguir en el enlace de más abajo.

Recordemos que durante 12 años, Alejandrina solo vivió de la Eucaristía. Jesús le dijo un día, en 1954: Hija mía, te puse en el mundo y te hago vivir solo de mí para demostrarle al mundo lo que la Eucaristía puede hacer, en qué consiste Mi vida. En las almas: luz y salvación para la humanidad.

El jueves 13 de octubre de 1955, Alejandrina regresó a la casa del Señor, a quien tanto había amado. Una peregrinación popular se organizó en torno a su habitación y su tumba, ubicada cerca del altar mayor de la iglesia parroquial de Balasar. Declarada venerable el 12 de enero de 1996, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 25 de abril de 2004 en Roma.

Paulette Leblanc, especialista de la espiritualidad de Alejandrina

Notre Histoire avec Marie

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