El viernes 23 de marzo de 2018, el coronel de gendarmería Arnaud Beltrame dio su vida a cambio de la de una joven rehén de un islamista en un supermercado en Aude (Francia) fue degollado por este último. El sacerdote que lo acompañó durante su reciente preparación al matrimonio católico afirma:
“Estimado Monseñor, hermanos y hermanas,
Ustedes saben la alegría que tuve de estar junto al coronel Arnaud Beltrame y Marielle su prometida y su ya esposa civilmente, en el hospital. Estábamos los tres reunidos como para su matrimonio, que yo debería bendecir pronto y ha sido la unción de los enfermos lo que celebramos en su lugar.
Alabemos al Señor por la fuerza que puso en el corazón del hombre y del oficial (…). Ustedes conocen su carrera militar. Pero lo más importante, no ocultaba la alegría que Dios le había dado descubriendo la fe católica casi a los 33 años, siguiendo su primera comunión y el sacramento de la confirmación hace nueve años. Hablábamos mucho de la conyugalidad, de la evangelización, del diablo y otras cosas.
Intelectualmente brillante, siguió una preparación al matrimonio seria y exigente la cual admiro. Arnaud nos marcó por su vivacidad, su alegría contagiosa y su capacidad de entrenamiento. Locuaz, era casi parlanchín…a veces tuve que interrumpirlo para que Marielle pudiese expresarse… y lo hacía con una tierna sonrisa para ella. Ya que este soldado, este gendarme de elite se derretía delante de la que amaba y cubría de atenciones delicadas.
Su declaración de intención para el matrimonio católico, que yo debía celebrar el 9 de junio próximo cerca de Vannes, es admirable. Ese texto escrito, solamente cuatro días antes de su muerte heroica, prueba su adhesión incondicional y ferviente a toda la fe católica y que el reza, particularmente a Nuestra Señora con gratitud, pide la ayuda de San Miguel y toma como modelo a San José. (…)
Arnaud sabía el riesgo que tomaba entregándose como rehén del terrorista. Lo hizo para salvar una vida, varias probablemente, ya que ese era su compromiso de oficial de gendarmería y de cristiano. La creencia del yihadista le ordenaba matar. La fe cristiana de Arnaud lo invitaba a salvar, ofreciendo su vida si era necesario (…) Así que con Arnaud y como él, ¡estemos listos a sacrificar nuestras vidas por amor a nuestros hermanos! Donde hay odio, llevemos amor. Donde hay duda, llevemos la fe. Donde hay desesperación llevemos esperanza. ¡Así sea!
Padre Jean-Baptiste, Canónigo regular de la Abadía Sainte-Marie de Lagrasse (Aude, Francia)
Extractos de su testimonio leído en la iglesia de Saint-Sulpice en París durante la misa por el coronel Beltrame el 28 de marzo 2018