Durante más de cuarenta años, el diablo atormentó al Cura de Ars (San Juan María Vianney, santo patrón universal de los sacerdotes) yendo hasta sacudirlo horriblemente en su cama e incendiarla.
Me quitaste ochenta mil almas, gritaba un día al santo cura a través de la boca de un poseído. Vianney, Vianney, gritaba en otra ocasión: te agarraré, te atraparé, yo soy más fuerte que tú…
Y de repente, en un exceso de furia Satanás, le grappin (garfio o gancho) , como lo llamaba el santo Cura de Ars, dejaba escapar esta confesión:
Ah si Ella no te cuidara … (aquí una horrible blasfemia para designar a la Santísima Virgen), si ella no te cuidara, yo te atraparía, pero ¡ella te cuida!
Tirado de Le chapelet des enfants