Bélgica, tierra cristiana desde los primeros siglos, cuenta con numerosos santuarios dedicados a María. Entre los más conocidos, hay dos que alcanzan renombre internacional por haber sido favorecidas, en el mismo año de 1933, antes de la Segunda Guerra mundial, con apariciones de la Virgen María.
el santuario de Nuestra Señora de Beauraing, cerca de Dinant, donde en 1932-33 María se apareció vestida de blanco, coronada de una diadema real, y mostrando un Corazón de oro en el pecho se presentó como la madre de Dios y la Reina de los Cielos. Esta aparición fue reconocida oficialmente en 1949;
el santuario de Nuestra Señora de Banneux, adonde María se presenta como “Nuestra Señora de los pobres”: ese lugar de oración a la Virgen, adonde acuden cada año más de 600 peregrinos, es uno de los más importantes del país. Las apariciones de Banneux han sido reconocidas por la Iglesia.
Existen también otros lugares de peregrinación, especialmente el de Nuestra Señora de Hal o el de Nuestra Señora de Montaigu, también muy frecuentados. De manera general, desde finales del siglo XX, estos santuarios marianos han visto florecer el número de sus visitantes.
Equipo de Marie de Nazareth