“La Virgen María nos invita a entrar en el año nuevo con confianza y vigilancia. Ella no se contenta con palabras vacías. Ella es la esclava del Señor. Ella sabe que no son los que dicen “¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo”. (Mt 7,21) ella busca la voluntad de Dios, la discierne en los eventos de su vida, la contempla releyendo lo que ha vivido (Lc 2,19 y 2, 51) Vive en una vigilancia real del corazón y del espíritu.
Nosotros también estamos invitados a hacer la voluntad de Dios. Como María, es necesario que nos dejemos iluminar por el Espíritu y que veamos las cosas a la luz del Evangelio. Hemos aprendido a discernir. En una sociedad donde la única norma es frecuentemente el deseo de cada individuo, debemos ser vigilantes sobre lo que es el verdadero bien del hombre y de la sociedad.
Debemos rechazar todo lo que daña la dignidad del ser humano. Debemos también despertar la esperanza, centinelas que saben que después de la noche llega la aurora. Debemos ser testigos de esa misericordia de Dios que quiere acercarse a todos los hombres. María es vigilante. Ella invita a los pecadores a convertirse y volverse hacia su Hijo. Que a lo largo de este año Ella nos transmita su celo y que ¡haga de nosotros centinelas! ¡Feliz año a todos!
+Jean-Pierre cardinal RICARD
Arzobispo de Burdeos (Francia)
Homilía 31 diciembre 2014