Las bienaventuranzas y el estilo de vida de los creyentes y de la Iglesia fue el tema de la meditación con la que el padre Tolentino concluyó su prédica el viernes 23 de febrero de 2018 en el Retiro cuaresmal del Papa y la Curia romana, en la Casa del Divino Maestro en Ariccia, 25 km al sureste de Roma.
La meditación siguió el hilo del Sermón de la montaña y la enseñanza de las bienaventuranzas. El predicador evocó la « dicha de la sed» y la «bienaventuranza de María».
De hecho, el padre José Tolentino ve a la Iglesia en « modo mariano»: María « hospitalaria», a la escucha y «abierta a la vida»; María «honesta» con respecto a Dios; María «al servicio» de un proyecto «más grande». Sin María, concluye, la Iglesia corre el riesgo de « deshumanizarse», convertirse en « funcionalista», en «una fábrica febril incapaz de establecerse.»