En el libro La preparación para la consagración a la Virgen según el método de San Luis de María Grignion de Montfort (1), que recomienda tomar 30 días para prepararse para este acto de consagración, con 9 días para decir «adiós al mundo», encontramos este pasaje sobre San Anselmo, que dice mucho sobre lo que es «el mundo:
« Un día, San Anselmo entró en éxtasis. Vio un gran río por donde fluía la inmundicia del universo entero. Nada es más horrible que estas aguas sucias y fangosas. Pero lo que sorprendió al santo, fue ver que multitudes de hombres, mujeres, niños se lanzaban al río constantemente y parecían deleitarse. Pero, ¿de qué se alimentan estos desafortunados y cómo pueden vivir por un momento en tal estancia? exclama Anselmo, al límite de la estupefacción.
Una voz le respondió: « Se alimentan del barro que ahí hay y es su delicia. Ese río que ves, Anselmo, es el mundo, y él arrastra en sus aguas nauseabundas a los mortales con sus riquezas, sus honores y todas sus pasiones. ¡Ay! Por grande que su desgracia te parezca, ellos se consideran dichosos… »
El equipo de Marie de Nazareth