Entre los innumerables milagros de Nuestra Señora de los Tres Reyes de Embrun (Francia), se reporta que en 1639, en Réallon, pequeña ciudad de los Altos -Alpes (Francia) un niño de 2 años y medio se había descarriado.
Fue buscado durante varios días implorando a Nuestra Señora de Embrun y haciendo una peregrinación descalza a su santuario. Después de 3 días y 3 noches sin comer ni beber, en medio del frío de marzo y en un entorno frecuentado por lobos y osos, el niño fue encontrado milagrosamente sano y salvo.
El obispo de la época, Mons. Guillaume d'Hugues, inscribió este milagro bajo la protección maravillosa de María en sus registros, declarando « desde que la herejía (de la Reforma) se retiró de la ciudad (en 1599), las bendiciones del cielo y las gracias milagrosas de los tiempos pasados regresaron. »
Cabe señalar que menos de cien años después del paso devastador de los reformados, la Virgen aparecerá, a pocos leguas de Embrun, a una pobre pastora, Benoite Rencurel, en una localidad de Laus, ahora convertida en el famoso santuario de Notre-Dame du Laus. Las multitudes que llegaban a Embrun se mudaron a Laus y los milagros volvieron a tomar el control; hasta el día de hoy.
Padre Marcellino Fornier
Dans Histoire des Alpes Maritimes, publiée par l’abbé Guillaume, T. II, 1892