2 septiembre – Alemania: Nuestra Señora de las Ortigas (1441)

Todo esto ocurrió como respuesta a nuestra oración a Nuestra Señora

Como decía San Bernardo. “De Maria nunquam satis” “De María nunca hablaremos suficiente” Siempre tuve por Ella, una devoción y un culto particulares. Guardo en mi memoria y en mi corazón un evento que se produjo en 1956, cuando era seminarista.

Mientras estaba de vacaciones en un pueblo de mi región de origen en Sanrandira (Brasil), participé un día en una procesión de Nuestra Señora de Fátima en un asilo de ancianos, muchos de los residentes participaron en la procesión. Súbitamente el cielo se oscureció y se iba a desatar una tormenta. Le supliqué a la Madre de Dios que nos ayudara. Pudimos llegar hasta la iglesia que todavía estaba lejos, unos minutos antes que un diluvio nos cayera encima.

Mientras terminábamos de rezar el Rosario y nos disponíamos a salir de la iglesia, pues había llegado la hora de regresar, la fuerte lluvia cesó así pude consolarlos afirmando con fe “tenemos tiempo de regresar a nuestras casa antes de que vuelva la lluvia” Todo esto sucedió como respuesta a nuestra oración a Nuestra Señora, Madre de Dios y Madre Nuestra.

Monseñor Eurico Santos Veloso

Arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Juiz de Fora-MG (Brasil)

Entrevista exclusiva de Thácio Siqueira para Un Minuto con María

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