En la alegría como en la tristeza, Santa Celia Martin (madre de Santa Teresa del Niño Jesús), - nacida en 1831, falleció en 1877, fue canonizada el 18 de octubre de 2015 por el Papa Francisco - se dirigió a María, la “Virgen de la Sonrisa”. Ella sabía que la Madre de Dios acompaña cada evento familiar, que ella sana, consuela y sostiene a los que la invocan cuando llegan pruebas graves como el cáncer.
Cuando Celia descubre su enfermedad, después del impacto de la noticia decide entrar progresivamente en el abandono. Esposa y madre, vive esta prueba como una ocasión extraordinaria de la renovación interior. Cada instante la acerca cada vez más a Jesús.
A lo largo de su enfermedad se confió a la intercesión de Nuestra Señora. Irá a Lourdes a confiarle su salud. De regreso comprendiendo que la fecundidad de su vida es entrar en la vía de una oblación aún más total al Padre. Celia experimenta una alegría auténtica, la verdadera felicidad. Sus días van a iluminar a aquellos que la rodean y la luz del Cielo tomará el lugar de la noche.
Santa Celia puede convertirse, para aquel que se ve afectado por la enfermedad, en una amiga y una ayuda preciosa para vivir el tiempo de la prueba con Jesús y María.
En Life éditions (Librairie de l’Emmanuel) un nuevo folleto proponiendo una novena a Celia Martin acaba de ser publicado: « Traverser le cancer avec Zélie Martin et la Vierge du Sourire » (Atravesar el Cancer con Celia Martin y la Virgen de la Sonrisa”)