En Saint-Martin d’Heuille, (Francia) van a rezarle a Nuestra Señora de la Piedad en recuerdo de la resurrección de un niñito.
El 24 de octubre de 1879, un niñito, que no tenía vida, fue llevado a la iglesia de Saint-Martin y depositado a los pies del altar de Nuestra Señora de la Piedad. Delante del cadáver, los fieles tristes, pero confiados se arrodillaban y cantaban con fervor el “Salve Regina”.
De pronto, la vida pareció renacer: el rostro tomar color, los ojos se abrieron, el niño dio todas las señales de una verdadera resurrección. Fue bautizado y una oración de acción de gracias brotó de todos los corazones.
La tradición dice que desde entonces Nuestra Señora de la Piedad es invocada por sus milagros en los niños fallecidos sin haber recibido el bautismo, a quienes revivía con frecuencia para el momento del ritual del bautismo! Actualmente su festividad se celebra el tercer domingo de septiembre.