El Papa Juan Pablo II tenía una relación especial con Fátima (Portugal) y con Lucía una de las tres videntes de Fátima, en particular después del atentado contra su persona el 13 de mayo de 1981. Además, luego enviará al futuro Cardenal Tarcisio Bertone, - en ese entonces “número dos” de la Doctrina de la fe- a informarse de la exactitud de la interpretación del “tercer secreto” de Fátima y de su integralidad, antes de su publicación en el año 2000.
“Si, está completo”, respondió Lucia. Para verificar si la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María del 25 de marzo de 1984 había correspondido a lo que la Madre de Dios pedía: “si” contestó nuevamente Sor Lucia.
Y cuando le decían que algunos pretendían que había otro secreto ella decía: “¡Si ellos lo saben que lo digan! No conozco otro”. Se sorprendía que se pasara tanto tiempo en buscar algo que no existía en lugar de poner en práctica los mensaje ya conocidos de la Virgen.