4 octubre – Francia, Port Lesney: N.S. de Loreto – San Francisco de Asís (+ 1226)

El día que fui ordenado sacerdote, sentí Su Presencia muy fuerte

La Santísima Virgen María es un fuerte signo materno en la vida de cada cristiano, porque siempre nos muestra el camino hacia el cumplimiento de la voluntad de su Hijo como medio seguro para alcanzar la santidad.

Entre las muchas gracias que recibí de Dios por intercesión de la Santísima Virgen, quisiera destacar una que me es muy grata: la de mi vocación y de mi ordenación sacerdotal. El día en que fui ordenado sacerdote, sentí fuertemente Su Presencia animándome a abrazar la llamada de su Hijo, y recibiéndome como su Hijo para que nunca renuncie al sacerdocio.

María, Madre del Supremo y Eterno Sacerdote, se convierte en la madre de todos los sacerdotes, sus hijos amados. Confiemos nuestras vidas a Ella para que siempre nos ayude a amar y a servir a su Hijo, en nuestra peregrinación hacia el Reino eterno.

Monseñor Pedro Cunha Cruz, Obispo de la diócesis de Campanha (Brasil)

Entrevista exclusiva de Thácio Siqueira para Un Minuto con María

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