“Dios nos ha dado a Jesús a través de María, así que debemos ir a María para acceder a Jesús. "Nadie va a mi Padre sin mi permiso", dijo Jesús. Nadie puede venir a mí sin venir por Mi Madre (...) El amor del Señor por su Madre Bendita es incomparable. La Virgen es todo sobre el Corazón de Dios (...). El alma que elige a María como abogada está segura de que sus oraciones y peticiones serán escuchadas.
Jesús no le niega nada a María (...). María es la Virgen poderosa, la Virgen llena de bondad, la Puerta del Cielo, Nuestra Señora del Amor. Ella escucha la oración que brota del corazón puro, humilde, simple y confiado (...). ¡Ah! Si pudiéramos concebir todas las maravillas que María opera en las almas!
Decir que María es Reina del Cielo y de la tierra es muy hermoso, muy verdadero; decir, que Ella es la Madre de todos los corazones, Mediadora de todas las causas que se relacionan con el Cielo es aún más sublime. » (26/10/30).
Marta Robin en « Marta Robin y el P. de Montfort », Atelier du Père Dominique Bostyn